¿Qué fue lo que los motivó a emprender por tu cuenta y cuáles han sido los principales obstáculos?
“Yo creo que lo que nos motivó fue poder producir nuestros propios proyectos. Teníamos muchas ideas y los primeros años fuimos bajándolas a proyectos palpables que podríamos hacer. Y eso fue, con los ánimos de colaboración, de poder juntarnos, de poder un trabajar bajo el mismo paraguas y hacer nuestra propia empresa, nuestra propia marca que es CUBHO. Nosotros malabareamos harto, pero eso es un poco lo que es producir y estar en la industria audiovisual, es ir trabajando en paralelo en varios proyectos a la vez. El gran desafío es poder encontrar tiempos, poder juntarnos, poder estar, tener un espacio y tiempo para la empresa; y en eso yo creo que hemos sido súper responsables, y eso nos ha ayudado a seguir empujando. También ahí viene otro desafío, que en Chile son los fondos están cada vez más difíciles porque también hay cada vez más proyectos postulando, los proyectos están cada vez mejores. La industria audiovisual en Chile está floreciendo mucho, hay muchos proyectos muy buenos, y los fondos finalmente, si bien han aumentado en los últimos años, igual no alcanzan. Es un buen desafío de poder diversificar las fuentes de financiamiento”.
¿Qué atributos te parece que son claves para poder hacerse un camino propio considerando las dificultades que tiene emprender?
“Yo creo que el mayor atributo es ser perseverante, empujar hasta que finalmente terminen saliendo las cosas. Creo que lo más importante es no perder el espíritu. Los proyectos sí toman muchos años, por lo menos en el cine, en la televisión. Uno siempre escucha que los proyectos se demoran 8 o 10 años desde la idea hasta finalmente la concepción, entonces creo que eso es vital. Y bueno, ahí también tiene que ver con la organización, tener un método. Yo creo que el método es súper importante para poder ir cumpliendo y aprovechando todas las oportunidades que uno tenga, en el sentido de postular a todos los fondos que existan en Chile y en el exterior”.
¿Tienes algún referente dentro de tu industria?
“Para mí fue en ese sentido fue increíble trabajar con Maite (Alberdi) y con Marce (Santibáñez). Creo que ellas eran mi gran referente cuando salí del colegio y entré a la universidad. Eran personas que han estado haciendo documental a gran escala, en una escala internacional, y para mí fue una gran escuela y un gran aprendizaje trabajar con ellas.
También me gusta lo que están haciendo (Joaquín) Cociña y (Cristóbal) León como directores que están trabajando más desde las artes visuales. Ellos están abarcando otras formas de producción, están encontrando otros espacios, como tener estos rodajes abiertos a la comunidad, es muy interesante. Para mí, por lo menos en Chile hoy en día, lo que están haciendo las productoras es muy bueno, cómo Fábula, con quiénes ya me ha tocado trabajar. Creo que es importante aprender de todos ellos para poder encontrar nuestras formas de narrar y nuestras formas de trabajo y que esas narrativas puedan llegar al público internacional”.
¿Hay algo que recuerdes como específicamente relevante de tu formación como director audiovisual?
“Para mí fue un poco todo en conjunto, el proceso de la universidad fue muy bueno. Participé en todo lo que podía hacer en la facultad. Para mí fue muy importante la participación estudiantil, presidir el CECOM creo que me dio muchas herramientas para poder entender cómo conversar con las diferentes entidades tanto con profesores y alumnos, como también con las otras facultades. Para mi esa participación extracurricular fue súper importante y logramos varias cosas, especialmente la construcción de la sala co-work, el voto estudiantil en el Consejo de Facultad y hacer un gran Congreso de Estudiantes de la Comunicación para pensar cómo íbamos.
¿Cuáles son tus mejores recuerdos como estudiante de la facultad?
“Tengo buenos recuerdos de todo en verdad, como poder salir a los rodajes de audiovisual con compañeros de generación, como ir colaborando con las generaciones de más arriba, de más abajo… Los lúdicos también. Era muy entretenido poder estar con la facultad y bueno en ese tiempo era muy bacán eso, la vida en el patio entre las tres carreras, para mí también eso fue súper importante. Poder estar en la facultad, conocer y tener amigos de periodismo, de publicidad, de audiovisual. Yo siento que vivía un poco en la facultad, llegaba a las 10 de la mañana y me iba como las ocho entre editar y estar montando para los talleres y otras cosas, pero era todo entretenido”.
