Cineasta UC, Juan Pablo Arias es elegido por Warner Bros para reversionar “Rebelde sin Causa”

Mayo 9, 2023

El director será el encargado del remake de la película que tras su estreno en 1955 revolucionó a la industria cinematográfica no sólo por su historia, sino también por su producción.

Por Tiare Readi

En conmemoración del aniversario de los 100 años que cumplió Warner Bros el pasado 4 de abril, el estudio estrenará cortometrajes inspirados en seis de sus películas más icónicas, de las cuales destaca Rebelde sin Causa que será dirigida por el cineasta chileno Juan Pablo Arias.

Arias es director, escritor y editor, estudió Dirección Audiovisual y Comunicación Social en la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica. Sin embargo, tras egresar en 2013, decantó por el cine. Posteriormente, creó junto a Maximiliano Scheleff la productora Pajareza Films. Su trabajo estuvo marcado por la producción de videos y cortometrajes en Chile, hasta que en 2017 tras ganar la beca Fullbright y realizar una maestría en el Instituto American Film en Los Ángeles, comenzó a realizar proyectos fuera del país. Desde ahí, comenta que ha estado: “Siempre con un pie en Chile y un pie en Estados Unidos, trabajando en ambas industrias de alguna manera, tratando de buscar las oportunidades que existen”

El director nos cuenta de las inspiraciones y experiencias que le ha conllevado el desafío de dar nuevamente vida, a través de su adaptación, a la historia del rebelde sin causa que sigue cautivando cinematográficamente desde su estreno en 1955:

 

La versión original de la película es icónica y fue bastante alabada por su aporte cinematográfico y estético. ¿Cuál es para ti el mayor desafío que consideras al estar a cargo de este remake?

Yo creo que son varios. Como tú bien dices, la película es súper icónica. Entonces, hay un legado primero, de la importancia del impacto cultural que tuvo la película, que retrata por primera vez un tipo de adolescencia que no se había visto. Sigue, el desafío de estar a la altura de ese impacto cultural. También está la iconografía de la película. Yo creo que hay muchas expectativas de la audiencia sobre los elementos que tiene que tener la película, lo que se espera que tenga un remake de Rebelde Sin Causa, que puede ir desde las escenas en el observatorio hasta la chaqueta roja.

Por otro lado, está el personaje de James Dean, con las distintas capas que le volvían tan fascinantes, cómo volver a repetir ese personaje. Eso también es un tremendo desafío, que es bonito, súper emocionante, pero también creo que hay que reflexionar mucho sobre qué tanto se va a apoyar esta película a la original y qué tanto es una versión nueva. También está que, la versión original es un largometraje y tienes más espacio para trabajar un montón de ángulos. Y esta no tiene tanto, no puedes explorar todas las aristas que tiene la original. Por último, que es el desafío más grande para mí, es trabajar directamente con un estudio. El hecho de que voy a tener un presupuesto, el presupuesto más grande con el que he trabajado. Además de que, trabajaré directamente con un estudio, donde iré adaptando un material que es tan importante para ellos.

 

¿Hay alguna parte de la película en la que te inspirarás para esta propuesta?

No hay un mandato de lo que se debería tratar. No sé qué tanto te pueda compartir de eso, porque estamos recién empezando el proceso. Pero sí, respecto a que tiene que ser desde la perspectiva de un adolescente latino.  Hay elementos de ese rebelde sin causa que hay que mantener para la nueva película, para que aún se sienta como una adaptación, pero es una historia nueva. Son 20 minutos, que pasan en el 2023, hay varios elementos que no se pueden repetir.

Ahora yo siento que lo más importante en Rebelde Sin Causa, a mi parecer, tiene que ver con un personaje que no entiende por qué no logra adaptarse a su entorno. Y el entorno no entiende por qué él se está revelando. Pero no es un personaje que esté buscando ser malo, sino un personaje al que le están pasando cosas que no logra entender y que a causa de esto tiene estos problemas con su entorno. Hay como una búsqueda de un alguien inconsciente, de algo que no se sabe bien lo que es y en ese proceso desconoce a esta gente y conoce al personaje de Sal Mineo y Natalie Wood, donde termina formando una familia de parias. Yo creo que eso es algo importante, y algo que yo voy a buscar rescatar.

 

Respecto a esto mismo, ¿hay algún enfoque distintivo y personal que has pensado para esta nueva versión?

Yo creo que capturar la experiencia latina en Estados Unidos a través de la historia del personaje. Y ese, es un desafío tremendo porque la latinidad no es solo una cosa. Hay muchas experiencias latinas, muy distintas. Por lo menos, lo que a mí me interesa, no sé si es lo que haga ya que es muy temprano en el proceso, es lograr encontrar una verdad que sea un poco transversal a la experiencia, y que independiente de la nacionalidad puedan identificarse con la problemática de la película.

Ese es un tremendo desafío porque la latinidad no es un bloque, y ese es el gran problema que ha tenido Hollywood al pensar que al sur de la frontera somos todos iguales. Entonces dar cuenta de esas sutilezas es importante, pero también construir un relato que logre identificar al pueblo completo.

 

¿Qué sentiste al volver a ver Rebelde Sin Causa?

Tuve que reverla para el proceso de postulación, y fue verla con ojos de cineasta. Siento que la primera vez no la había visto desde el punto de vista de la experiencia. No sabía escribir, no sabía dirigir, no había hecho tantos trabajos, así que fue como verla por primera vez. Analizándola, tratando de entender qué es lo que la hace tan especial, qué es lo que la hace tan única. Y eso fue bien bonito, reencontrarse con la película, y sentir que ahí había algo que se podía explorar.

 

¿Y, al reverla qué parte de la historia te gustó más?

Yo creo que es bien interesante el personaje principal, me causó mucho interés porque siento que logré entender por qué se convirtió en un personaje tan icónico. Siento que lo que hace James Dean en la película es súper lindo, porque un rebelde sin causa es lo que la gente tiende a pensar que es un personaje al que no le importa nada. Un chico malo que anda en la moto, que no es bully, pero que es un antisocial. Y la película logra mostrar que detrás del humor y la indiferencia del personaje hay un joven súper cálido, alguien que disfruta cuidando a los demás, que quiere a su familia. Y aún más debajo de esta calidez, hay una gran vulnerabilidad, hay un personaje que es súper frágil e inseguro. Entonces es súper interesante ver como James Dean logra capturar orgánicamente tantos niveles distintos de la psicología de un personaje.